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Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias.

El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.

Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.

El Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.

Ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren.

La enfermedad de Alzheimer generalmente avanza lentamente en tres etapas: una leve (etapa temprana), una moderada (etapa media) y una grave (etapa final). Dado que el Alzheimer afecta a las personas de diferentes formas, cada persona experimentará síntomas, o atravesará las etapas del Alzheimer de una forma distinta. Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer empeoran con el tiempo, aunque la velocidad a la que avanza la enfermedad varía. En promedio, una persona con Alzheimer vive de cuatro a ocho años después del diagnóstico, pero puede vivir hasta 20 años, dependiendo de otros factores.

Los cambios en el cerebro relacionados con el Alzheimer comienzan años antes de que aparezcan los signos de la enfermedad. Este período de tiempo, que puede durar años, se conoce como Alzheimer pre-clínico.

Las etapas que siguen brindan una idea general de cómo cambian las habilidades una vez que aparecen los síntomas y solo debe usarse como guía general. Se separan en tres categorías diferentes: enfermedad de Alzheimer leve, enfermedad de Alzheimer moderada y enfermedad de Alzheimer grave. Tenga en cuenta que puede ser difícil ubicar a una persona con Alzheimer en una etapa específica, ya que las etapas se superponen.

Los fármacos del Alzheimer se ponen en dos categorías diferentes, fármacos que pueden cambiar el progreso de la enfermedad en la gente que vive con el Alzheimer y fármacos que pueden evitar de manera temporal los síntomas de la enfermedad.

La Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado seis fármacos para el Alzheimer Un fármaco, aducanumab (Aduhelm™) es la primera terapia que demuestra que al remover amiloide, una de las señales de la enfermedad del Alzheimer del cerebro es muy probable que resulte en una reducción en la declinación clínica con beneficios a la parte cognitiva y funcional en las personas que viven con la enfermedad. Los otros tratan los síntomas del Alzheimer.

Para comprender cómo funcionan los fármacos para la enfermedad de Alzheimer, primero debe comprender la red de comunicación del cerebro. La siguiente imagen muestra células nerviosas o neuronas en el cerebro. Las neuronas son las principales células que la enfermedad de Alzheimer destruye.

En el cerebro, las neuronas se conectan y se comunican formando sinapsis, donde pequeñas explosiones de sustancias químicas llamadas neurotransmisores transportan información de una célula a otra. El Alzheimer interrumpe el proceso y finalmente destruye la sinapsis y mata las neuronas, dañando la red de comunicación del cerebro.

Los fármacos actualmente aprobados por la FDA apoyan este proceso de comunicación a través de tres mecanismos diferentes:
1. El aducanumab elimina la proteína beta-amiloide, que interfiere con la comunicación neuronal.
2. Los inhibidores de la colinesterasa actúan ralentizando el proceso que descompone un neurotransmisor clave. El donepezil, la galantamina y la rivastigmina son inhibidores de la colinesterasa.
3. La memantina es un antagonista del receptor NMDA (N-metil-D-aspartato), que actúa regulando la actividad del glutamato, un importante neurotransmisor del cerebro involucrado en el aprendizaje y la memoria. La adhesión del glutamato a los sitios de anclaje de la superficie celular llamados receptores NMDA permite que el calcio ingrese a la célula. Este proceso es importante para la señalización celular, así como para el aprendizaje y la memoria. En la enfermedad de Alzheimer, sin embargo, las células dañadas pueden liberar demasiado glutamato, lo que lleva a una sobreexposición crónica al calcio, lo que puede acelerar el daño celular. La memantina ayuda a prevenir esta cadena destructiva de eventos al bloquear parcialmente los receptores NMDA.

La efectividad de los tratamientos varía entre la población.

Los investigadores están buscando nuevas formas de tratar la enfermedad de Alzheimer. Se hace especial hincapié en los fármacos adicionales que tratan la enfermedad subyacente y detienen o retrasan el daño celular que finalmente conduce a los síntomas. Hay varios fármacos prometedores en desarrollo y bajo prueba, pero necesitamos más voluntarios para completar ensayos clínicos para esos fármacos y más fondos federales para garantizar que sigan surgiendo estas nuevas ideas.


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